septiembre 02, 2008

SALE A LA LUZ LA VERDAD SOBRE MARIA MAGDALENA

Gentileza de Pr. ALBERTO JESUS BONNET

DANIEL MEUROIS GIVAUDAN: La desconcertante espiritualidad de María de Magdala:
Charlamos con Daniel a propósito de su último libro sobre la "DISCÍPULA AMADA".
De red web de Benjamín Sosa, Paraguay.


La eterna pecadora asciende por fin a los altares de la era de acuario. La figura de María Magdalena adquiere un nuevo rostro en nuestros días. Secuestrada, apocada, cuando no difamada por un puritanismo decimonónico, la primera discípula de Jesús, va poco a poco recuperando su dignidad usurpada, su verdadero puesto en la historia sagrada.

M.M. representa mucho más que un personaje bíblico lastrado por una dudosa fama. Se acerca a nuestros días revestida de su auténtico manto, el de una fuerza envidiable, de una lucidez adelantada al tiempo, de una entrega que sobrepasa nuestros parámetros. Simboliza el nuevo arquetipo de mujer llamada a cumplir con su más elevado destino. Cada uno de sus pasos por el Sur de Francia son hoy objeto de investigación. Se multiplica la bibliografía de esta adelantada alumna del Maestro, cada día menos enigma, cada vez más gigantesco testimonio de ternura y amor encarnados entre los hombres. Nosotros también hemos ido tras sus pasos. Para ello nos hemos procurado un excelente guía: Daniel Meurois Givaudan. No en vano acaba de dar a luz un nuevo libro que ha titulado: "El evangelio de María Magdalena". (Luciérnaga . Barcelona . Octubre del 2001). En él, este curtido escritor de temas espirituales, resucita el manuscrito apócrifo inspirado por quién cada vez se manifiesta más como la "amada discípula de Jesús". Este texto fue descubierto a finales del siglo XIX y apareció amputado de una parte importante de sus páginas. El evangelio original fue redactado en lengua copta y data aproximadamente del año 150 de nuestra era. Se conserva desde 1896 en el Departamento de Egiptología de los Museos Nacionales de Berlín.

Poder y ternura
Desconocemos si Daniel Meurois es el guía más documentado para una exploración de la figura M.M., lo que sí estamos persuadidos es de que es buen conocedor del significado que adquiere en nuestros días esta santa marginada, así como de su auténtica y gigantesca dimensión que sobrepasa el contexto meramente histórico. Sentencia el escritor: "Myriam de Magdala encarna un símbolo que sólo nuestra sociedad actual es capaz de empezar a considerar en toda su amplitud".
En todos sus libros de carácter evangélico ("Camino de aquellos tiempos", "El otro rostro de Jesús" y "Visiones esenias" escritos junto a su ex-compañera ) hay un lugar para una M. M. que no se queda postrada y llorando a los pies del Maestro. Lejos de esa imagen estereotipada, en esos textos, fruto de su capacidad de conexión con otros planos, "la plañidera" se manifiesta imbuida de una fe descomunal, de un amor desbordante y activo contagiado por Su compañía. La veremos preparando sus hierbas y aceites, curando a todos cuantos llaman a su puerta, acogiendo en su casa a los hermanos de blanco (esenios) y no blanco, sin importarle lo que de ella se diga. La veremos compartir ese amor cegador entre lo campesinos de la Galia aún romana en muy oportunas dosis, con prudentes pero a la vez espontáneas formas. No hay María Magdalena avergonzada, ni ñoña en la mujer que ha investigado Meurois Givaudan en sus constantes excursiones a los "registros akásicos" (archivos grabados en un "éter" imperecedero, también llamados por la ciencia esotétrica "archivos de luz"), sino, todo lo contrario, una apóstol que salta al mundo autoempoderada de toda la fuerza y la compasión que le había invitado a desplegar el Hijo de Dios en la Tierra.

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