julio 29, 2009

SENSIBLE FALLECIMIENTO

Con mucho pesar les comunicamos que ha fallecido Alejandro, hijo de nuestra Q:.Hna:. Rosa Ester Lois Torres, miembro activa de la Resp:. Logia Simbólica Isis N° 27, del valle de Santiago.
Desde estas líneas expresamos nuestro más sincero y fraterno apoyo a nuestra Hermana en este difícil momento de su vida. Esperamos que el consuelo encuentre su alma pronto. Sabemos que estos 32 años han sido para ella una tarea titánica, donde ha demostrado lo infinito que puede llegar a ser el cariño y el amor de una madre. Nos ha entregado con su entereza, y lo seguirá haciendo, lecciones de vida muy engrandecedoras para cualquier masón.
Q:.Hna:. Rosa Ester, Alejandro gracias a tu esfuerzo y amor Descansa en Paz.
La edición

julio 24, 2009

LA MASONERIA Y EL LAICISMO

El laicismo ha sido, sin duda, el soporte fundamental de la soberanía popular y de la libre determinación de los individuos.

Moisés Agreda Fuchs.
M:.M:.P:.M:. Venezuela.
De http://isisyoriris.com/masoneria


El laicismo es, en la definición clásica, la doctrina que defiende la independencia de la sociedad y del Estado de toda influencia eclesiástica o religiosa, o la escuela o enseñanza donde no se introduce ningún dogma religioso. El laicismo es la expresión más moderna del proceso histórico de secularización que permitió los derechos y libertades fundamentales del hombre y que permitió, también, la consolidación de las instituciones democráticas en un plano de igualdad y tolerancia. El laicismo ha sido la respuesta a todos los totalitarismo religiosos y políticos, a los dogmas inamovibles y a los poderes políticos y económicos definitivos e inapelables. El laicismo ha liberado progresivamente al hombre de toda suerte de servidumbres. El laicismo ha sido, sin duda, el soporte fundamental de la soberanía popular y de la libre determinación de los individuos. El laicismo ha permitido la emancipación de todos los poderes que afianzan la libertad, no sólo en materia educacional y religiosa, sino en todos los proyectos éticos contemporáneos.

Después de la dura lucha desarrollada desde el siglo XVIII en que la iglesia y el estado se disputaron la escuela y la universidad, con más o menos discrecionalidad, el laicismo moderno enfrenta hoy cuestiones de singular gravedad como: el racismo, el empobrecimiento de continentes enteros, los fundamentalismos religiosos, el restauracionismo romano que pretende revitalizar a la iglesia como poder político y, desde luego, los nacionalismos excluyentes y las bárbaras limpiezas étnicas. En los 40 años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se registraron 88 guerras mientras que desde 1945 han estallado 127 guerras, la mayor parte a consecuencia de conflictos étnicos (Yugoslavia, Ruanda, Somalia, Sudán, Burundi, Georgia, Chechenia), que constituyen un mayor peligro que el originado por la Guerra Fría (1949-1990).

Frente a ello, la Masonería aspira a que la fraternidad reine entre todos los hombres y los pueblos. Cree que ninguna diferencia por razones de raza, religión o concepciones políticas, sociales o filosóficas, debe ser suficiente para que los seres humanos no posean y practiquen, en toda su amplitud, los sentimientos fraternales. El amor y respeto a la Patria , dentro de un marco de solidaridad, es idea sagrada para todo masón. Lograr que el hombre sea cada vez más perfecto, es la meta ideal de la Orden , particularmente en momentos en que la paz y la seguridad se encuentran en peligro y que la inquietud crece en los 184 países del mundo.

La globalización cultural, las difusas ideas de nación, las prédicas neoliberales conservadoras en contra de las fronteras y las aduanas, el exitismo económico dominante, las confesionalidades encubiertas, los totalitarismos colectivistas o indivualistas salvajes son, también, los nuevos enemigos del laicismo y la moral laica como expresión de la universalidad de los derechos humanos, la tolerancia, la solidaridad y la convivencia participativa.

El laicismo tiene hoy nuevos retos y la Masonería debiera dedicarle, en todos sus estamentos, como una política global, la atención que la propia sociedad reclama, tácita o explícitamente, como la única garantía del pluralismo y la convivencia, la armonía y el entendimiento nacionales.El buen masón –dice la Masonería a lo largo de toda su doctrina- no es simplemente quien está ausente de errores en su vida, sino quien es capaz de hacer obras positivas y trabajar por el engrandecimiento de la Orden mediante la verdad y el conocimiento.

La desintegración de la Unión Soviética y la incapacidad de los sistemas capitalistas para atender las necesidades de la población y la defensa ecológica, ante el exterminio diario de especies de plantas y animales, han creado una situación de angustia e incertidumbre del cual la sociedad quiere desprenderse. El retroceso de las ideologías de contenido social y el estímulo a una ética personal en desmedro de los intereses colectivos, ha generado un empobrecimiento que amenaza las bases mismas de los regímenes democráticos. Cualesquiera que sean las nuevas fórmulas que encuentre el mundo venidero para introducir cambios sustanciales que modifiquen, en beneficio del hombre, las viejas estructuras políticas y jurídicas, el laicismo será la doctrina básica para el entendimiento y el respeto de todos los movimientos que luchen por una sociedad solidaria.

La Masonería, con idealismo crítico kantiano, ha luchado siempre por el advenimiento de una sociedad más justa y más humana, más fraterna e igualitaria. Y ningún instrumento mejor y más vital que el laicismo para que el valor inapreciable de la tolerancia se desarrolle a favor de todos los hombres y su destino, cualesquiera que sean sus creencias, su raza y su nacionalidad.

julio 21, 2009

PARA CONQUISTAR LA INMORTALIDAD

De Vicente Alcoseri - web Secreto Masonico

En nuestra Escuela Masónica, se considera que la lucha contra nuestras pasiones es de capital importancia para conquistar la Inmortalidad del Alma. En muchas tradiciones de la Antigüedad, y ciertamente en la Masonería de hoy, heredera directa de estás, se considera que un ser humano no nace inmortal, que son los esfuerzos, la lucha y la constancia los que hacen que el Alma se inmortalice, de otra manera la razón de las Escuelas Milenarias como la Masonería no tendrían ninguna razón de existir.
En el nivel profano en el que vivimos la mayoría de nosotros, prácticamente todo nuestro comportamiento y todo lo demás relacionado con nosotros se determina por leyes mundanas y ordinarias. En los niveles más altos de Ser, que requieren de una intervención de un estado más refinado, como es el estado de presencia, el estado de atención y no como el común de nosotros que siempre estamos dispersos y con la mente en mil cosas. La mente del hombre profano está determinada por aspectos emocionales e intelectuales de baja capacidad. Todas las escuelas iniciáticas del pasado decían que podíamos descubrir nuestro Yo Superior en nosotros o encontrar a Dios en nuestro Interior.
No todo en el ser humano iniciado en los misterios iniciáticos, llega a ser libre de las leyes naturales del nacimiento, el cambio y el deterioro. El cuerpo humano sigue el proceso obedeciendo a las leyes de su propio nivel; pero uno descubre algo asombroso en el proceso iniciático, y progresivamente se da cuenta que vive en un aspecto que no está sujeto a las leyes de la naturaleza ordinaria, en sí, de forma contundente libre de las leyes a las que está sujeto el cuerpo.
Sólo en el nivel más alto posible del desarrollo iniciático, se podría decir que en lo Superior del Ser, ahí justo está por encima de todas las leyes, y es por consiguiente, total y absolutamente libre de los efectos mortales. No podemos olvidar que ha sido algo común en todos los grandes iniciados en los misterios iniciáticos de prácticamente todas las épocas el señalar que es posible conquistar la Inmortalidad, señalan que no es fácil, pero tampoco imposible. La Masonería nos pregunta justo antes de ingresar a la Orden si creemos o no en la Inmortalidad del Alma, yo agregaría creer no como algo de hecho dado por la simple razón de haber nacido en este mundo , sino como algo que es posible conquistar si nacemos de nuevo.
Existe un dicho popular islámico (hadit) que es de autoría directa del Santo Profeta Mohammed, al regresar de una cruenta batalla por la posesión de la Meca dijo a sus seguidores: “Hemos regresado de la batalla decisiva por la posesión de la Kaaba y hemos salido victoriosos gracias a Allah, Él siempre clemente, Él siempre misericordioso, pero ahora tendremos que librar la Yihad Al- Akbar (La gran Guerra Santa). Cuando sus seguidores perplejos le pedían que les clarificara esta aseveración, Él Santo Profeta de Dios dijo: “La pequeña guerra santa es contra los infieles que ocupaban la Meca, pero la Gran Guerra es contra nuestras propias pasiones y defectos, pues son éstos los que obstaculizan a Nuestra Alma para conquistar la Inmortalidad. ”.

julio 03, 2009

ANFORA N° 12


Ya esta a su disposición el Numero 12 de Anfora, descarguelo directamente haciendo click en la portada.

julio 02, 2009

LA DOCTRINA MADRE ECLECTICA

ENSEÑANZA PARALELA INTERIOR O ESOTÉRICA

Gentileza del M.·.M.·. ALIOSHA MARTINEZ O.
Pinar del Río, Cuba.
Gran Logia de Cuba de A.·.L.·.y A.·.M.·.
De la web de Benjamín Sosa, Paraguay

Los antiguos masones conocieron, además del aspecto exterior o formal de la masonería y de las prácticas sagradas, una enseñanza paralela interior o esotérica que se daba únicamente a los que se reputaban moral y espiritualmente merecedores y maduros para recibirla.

El aspecto esotérico de la Masonería -conocida exotéricamente por los profanos- lo suministraban especialmente los llamados Misterios (palabra derivada de "mysto", término que se aplicaba a los neófitos, y que significa etimológicamente reservado o secreto, refiriéndose evidentemente a la obligación de ocultarlo, sellada por juramento, que se le pedía a todo adepto), de los cuales la Masonería esotérica puede considerarse como legataria y continuadora, por medio de las corporaciones de Constructores y otras agrupaciones místicas que nos transmitieron su Doctrina.

Esta Doctrina Interior -esotérica y oculta- es esencialmente iniciática, por cuanto se alcanzará únicamente por medio de la iniciación, es decir ingresando a un particular estado de conciencia (o punto de vista interior), pues sólo mediante él puede ser entendida, reconocida y realizada.

La Doctrina Interior ha sido siempre y sigue siendo la misma para todos los pueblos y en todos los tiempos. En otras palabras, mientras para los profanos (los que se quedan delante o fuera del Templo, es decir sujetos a la apariencia puramente exterior de las cosas) ha habido y hay diferentes religiones y enseñanzas, en aparente contraste las unas con las otras, para los iniciados no ha habido ni hay más que una sola y única Doctrina, Deísta Enseñanza: la Doctrina Madre Ecléctica o Religión Universal de la Verdad, que es Ciencia y Filosofía, al mismo tiempo que Religión.

De esta enseñanza iniciática, esotérica y universal, común a todos los pueblos, las razas y los tiempos, las diferentes religiones y las distintas escuelas han constituido y constituyen un aspecto exterior más o menos imperfecto e incompleto. Y las luchas religiosas siempre han caracterizado aquellos períodos en los cuales por la inmensa mayoría de sus dirigentes, fue perdida de vista aquella esencia interior que constituye el Espíritu de la religión, comprendiéndose únicamente el aspecto profano o exterior.

PUES EL FANATISMO SIEMPRE HA SIDO ACOMPAÑANTE DE LA IGNORANCIA.