febrero 24, 2010

MOZART Y LOS BEBES

La música de Mozart ayuda a los bebés prematuros a ganar peso
Con ella, los neonatos se calman y reducen el consumo de calorías
Un equipo de científicos de la Universidad de Tel Aviv ha constatado empíricamente que la música de Mozart ayuda a que los recién nacidos prematuros ganen peso más deprisa. La razón: las melodías repetitivas de este compositor propician la calma en los bebés y, por tanto, a que se reduzca en sus organismos el consumo de calorías. El estudio se enmarca en un proyecto del NIDCAP de Estados Unidos, con el que se pretende crear un nuevo estándar de tratamiento a neonatos prematuros.
Por Yaiza Martínez.

web Tendencias 21

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Tel Aviv , en Israel, ha revelado que bebés prematuros expuestos a la música de Mozart pueden ganar peso más rápidamente que los bebés prematuros que no escuchan esta música. Según explica la Universidad de Tel Aviv en un comunicado, en la investigación, llevada a cabo por los especialistas Dror Mandel y Ronit Lubetzky, del Centro Médico Tel Aviv afiliado a dicha Universidad, se constató concretamente que una sesión de treinta minutos de música de Mozart al día propiciaba que los neonatos gastaran menos energía. Esta reducción del gasto energético de los niños supuso una necesidad menor de consumir calorías y, por tanto, facilitó que los bebés engordaran más rápidamente. Efecto en la corteza cerebral Los científicos midieron los efectos fisiológicos de la música en los recién nacidos prematuros, después de que éstos escucharan durante media hora las composiciones de Mozart. Según declaraciones de Mandel, aún no se ha podido establecer cómo afecta exactamente la música a los bebés prematuros, pero sí que ésta hace que los bebés estén más calmados y menos agitados y, como consecuencia, que sus organismos tengan un gasto energético menor, y puedan coger peso más rápidamente. Que los bebés prematuros engorden es una de las prioridades de los médicos que atienden a estos niños, porque un bebé con un peso aceptable tiene más posibilidades de tener un sistema inmune saludable y, además, puede ser enviado a casa, donde no existirá el riesgo de que sufra alguna infección hospitalaria. La calma que produce a los bebés neonatos la música de Mozart podría deberse, señala Mandel, a que las melodías de dicha música son repetitivas. Estas reiteraciones influirían en los centros de organización de la corteza cerebral de los pequeños. Tratamiento musical estándar El presente estudio está enmarcado en un proyecto internacional dirigido por el consorcio NIDCAP, con base en Estados Unidos, cuyo objetivo es crear un conjunto de prácticas estándar para mejorar la salud y el bienestar de los neonatos. Ya se sabía que existe una serie de efectos ambientales, como la estimulación táctil o la luz ambiente, que pueden condicionar la supervivencia y la salud de estos niños tan sensibles. La investigación de la Universidad de Tel Aviv es la primera que ha cuantificado el efecto de la música, concretamente de la música de Mozart, en niños recién nacidos. Estos nuevos datos se vienen a sumar al proyecto de creación de un nuevo y completo paradigma de tratamiento para el cuidado neonatal, y la mejora de la calidad de vida de los bebés prematuros. El siguiente paso de la investigación de los científicos israelíes será explorar otros tipos de música (como la música étnica, la música rap, la música pop y la música clásica de otros compositores), con el fin de averiguar si éstos pudieran producir efectos similares en recién nacidos cuyas gestaciones no han llegado a término. Música en directo Los resultados obtenidos en el estudio de los investigadores de la Universidad de Tel Aviv coinciden en cierta medida con los de otro estudio, realizado por científicos del departamento neonatal del hospital Netanyá, también en Israel, en 2004. Según publicó entonces la BBC, aquella investigación constató que la música ayuda a calmar a los bebés prematuros si éstos la escuchan en directo. Los investigadores del hospital Netanyá compararon los efectos, en 15 bebés prematuros, de 30 minutos de música en vivo, otros 30 de música grabada, y otros 30 sin música. Las mediciones posteriores revelaron que los prematuros estudiados durmieron con mayor profundidad y redujeron su ritmo de latidos tras escuchar una voz de mujer cantando en vivo, acompañada por un arpa. Según los científicos, el timbre de la voz, su eco, y otras variables de la música en directo pudieron influir en el estado de los bebés. El doctor Shmuel Arnon, director de esta investigación, afirmó que se debería poner música en las unidades de cuidados intensivos neonatales porque los bebés podrían beneficiarse de una media hora diaria de música, así como se debería alentar a las madres a que canten canciones de cuna a sus bebés prematuros, para ayudarlos a tranquilizarse. Posible innatismo musical La percepción de la música por parte de los bebés recién nacidos ha sido durante mucho tiempo una incógnita, pero los efectos que ésta tiene en los bebés prematuros podría explicarse a partir de los resultados de investigaciones muy recientes, cuyos resultados apuntan a la posible existencia de una capacidad innata en el ser humano para responder a los estímulos musicales. Tal y como explicamos en otro artículo de Tendencias21, en 2009, una investigación realizada en el marco del proyecto EmCAP de la Unión Europea, reveló que los bebés tienen sensibilidad para distinguir tonos musicales desde que nacen, es decir, que la capacidad musical humana no se deriva sólo de la experiencia. Utilizando la técnica del encefalograma, los científicos comprobaron que los cerebros de los recién nacidos reaccionaban ante cualquier variación en las expectativas rítmicas presentadas, esto es, que eran sensibles a los cambios en la música. Por otro lado, un segundo estudio, realizado también en 2009, en este caso por científicos de la Universidad de Ámsterdam, se constató que bebés de tan sólo dos o tres días de edad son capaces de detectar el ritmo de la música.

febrero 18, 2010

CONSTRUYENDO NUESTRO TEMPLO INTERIOR


Construyendo Nuestro Templo Interior
Frat:. Masón de Pants -
Web Secreto Masonico

La Masonería Simbólica ha fundamentado su labor pedagógica secularmente a través de los símbolos, y, a partir de aquellos que físicamente adornan el Templo, promueve el estudio y la acción transformadora de nosotros, mediante su colosal obra inmaterial,
axiológica y espiritual. Los símbolos que ornamentan este templo, son motivo de la indagación intelectual de sus adeptos, desde el momento en que se nos confiere el privilegio de la Iniciación, siendo conducidos al estudio de la significación esotérica y exotérica de aquello que se presenta ante nuestros ojos: las herramientas de cada grado, el ara, el libro, el pavimento de mosaico, las columnas, la cadena, la bóveda celestial, las luces de los sitiales, etc.

Todos ellos nos sugieren un conjunto de posibilidades, que estimulan al estudio, a la reflexión, y a la más intensa vivencia espiritual. Miles de horas, miles de páginas, han dedicado los masones en cada generación, para escudriñar las alternativas y variables de
interpretación, que proponen los distintos componentes del Templo. Ello ha implicado desde el principio de lo tiempos el cumplimiento del axioma que enuncia que a mayor conocimiento, mayor responsabilidad. No en vano, en su parábola de los talentos, Jesús el Cristo se expresaba en sentido de que quien ha servido bien en lo pequeño, accederá a que se le otorgue algo mayor. Todo el conocimiento recibido durante tanto tiempo por los miembros de esta primera cámara conlleva una responsabilidad adicional.

Es en ese tenor que en el mundo profano se echa de ver la acción clara, pronta y expedita de ese grupo de constructores y profesionales libres que viajaban por el mundo elaborando obras que el resto de la humanidad no podía realizar. Es este, en el arribo de la tercera revolución industrial, el momento de ingresar de manera decidida a la
realización de obras magnas que verán nuestros descendientes y disfrutarán, en concordia, de los frutos de sus hermanos predecesores que buscaron a toda costa el progreso del género humano.

Es entonces cuando surge la pregunta: ¿De qué depende la realización de obras que en verdad modifiquen la estructura de una Logia de hombres libres y de buenas costumbres en sentido que permita su crecimiento a plenitud y conlleve un aprovechamiento adecuado y democrático de los bienes comunes que todos ponemos a disposición de
la voluntad del G:.A:.D:.U:.? En función de la respuesta a tal interrogante encontraremos diferentes posturas, pero a menos de que en definitiva se esté buscando
trascendencia en un lugar donde no se le obtendrá, se deberá realizar, acorde con los tiempos, una visión que permita transformar al mundo. Los masones debemos de construir pensamientos provocadores de visiones de una realidad transformada, a menos que queramos conformarnos con asistir a efectuar rituales y no eslabonar la cadena el resto del tiempo que existimos. Paralelamente, el desarrollo masónico es cuestión de asociatividad, de conciencia, de interés en trabajar en bien de la humanidad, y de los
que nos rodean en particular. La naturaleza, al ser hombres nos tiene ganada la guerra, es en virtud de tal situación que nuestros ancestros comenzaron a asociarse, para preservar la especie. Hoy, con nuestras necesidades básicas resueltas, la humanidad está muy lejos de haber dominado a la naturaleza. Por tal motivo, disgregarnos sería un grave error. Es necesario más que nunca, en este entorno entrópico y complejo, buscar mecanismos de interacción que nos permitan colaborar de manera más organizada entre nosotros en la búsqueda de alcanzar nuestros sublimes y ancestrales ideales. Nuestra supervivencia y bienestar nunca ha sido un problema nuevo, ha existido siempre pero
nunca se ha tratado de otra manera.

Es necesario romper con paradigmas oscurantistas y verticalistas, retornando a la esencia de la labor coordinada entre nosotros, funcionando de manera integral y holística a la vez, erradicando los cotos de poder y buscando generar en verdad, un taller masónico del cual surjan productos palpables ante los ojos de los profanos, como aquella luz que alguna vez impregnó la antorcha de Prometeo.

Es necesario preocuparnos por hacer crecer nuestro nivel de organización, y retomar el trabajo individual en el sentido de que a medida que nuestros pasos en los senderos espirituales llegan a cierto punto en el camino de la evolución se nos otorgan nuevos recursos para acelerar su crecimiento y conciencia. En ese punto, de manera individual y pensando en grupo como una sola célula, cada quien tiene que confiar seriamente en sus sentimientos y corazón el elevar su capacidad individual para disolver las causas invisibles de limitación, mala salud, discordia o cualquier cosa en este mundo que
sea inferior a lo que está alguien destinado a obtener.

Sin embargo, con este poder y comprensión del uso de lo aprendido en esta Logia, viene una responsabilidad adicional: la de que el aprendiz o la Logia en pleno estemos siempre alertas y no permitamos que ningún visitante inferior a la perfección se asiente en nuestra conciencia. Dondequiera que ésta se vea confrontada con resentimiento, crítica, odio o acusaciones falsas, hay que disolver la apariencia de inmediato, mediante la contemplación de la esencia divina dentro del individuo ofensor, y con ello sus sentimientos permanecerán armoniosos y estará en comando de todas las actividades que tienen lugar en sí, a través suyo y a su alrededor.

Es con este poder interno, como grupo unido que podremos afrontar los problemas que plantea la vida diaria, y poder levantar el rostro del camino diario para poder esbozar los templos que se elevaran entre las miasmas de nuestros vicios e imperfecciones.

Finalmente, QQ:.HH:. todos, esperemos que todos nosotros, en tal sendero y en esta ceremonia llena de luz, estemos siempre conscientes de los esfuerzos de los amados hermanos en cuanto a servir, cada uno a su manera; y cuando alguno de nosotros brinde sus más sinceros y desinteresados trabajos en beneficio del bienestar futuro de nuestra
bienamada Logia, nadie camine solo, y que sea sostenido con nuestra conciencia grupal y sea bendecido por todos nosotros en esta Ara en que nos iniciamos.

febrero 08, 2010

GALILEO CIENCIA Y RELIGION


La Tierra comenzaba a dejar de ser el centro del Universo. Galileo publica ese mismo año 1610 el Sidereus Nuncius. Pero necesitaba el reconocimiento y el apoyo del Colegio Romano de los jesuitas, la gran institución abierta en el campo de las ciencias.



En 1609 Galileo da el primer asalto a la Física aristotélica que nadie ponía en duda desde hacía más de veinte siglos. Observa con su rudimentario telescopio (el “perspicillum”) las imperfecciones de la Luna, el Sol y los planetas. Galileo, no solamente estaba poniendo los cimientos de un nuevo método de investigación, la observación directa de los fenómenos, sino que se estaba estableciendo un nuevo paradigma. Un año más tarde, en 1610 (hace 400 años) Galileo observa que la luna no es una esfera perfecta: tiene cráteres y montañas que hacen sombra sobre la superficie. Observa las manchas solares, las cuatro lunas de Júpiter que dan vueltas alrededor del planeta. Para Galileo, el modelo geométrico de Copérnico “para salvar las apariencias” es, además, un modelo físico, real. La Tierra comenzaba a dejar de ser el centro del Universo. Galileo publica ese mismo año 1610 el Sidereus Nuncius. Pero necesitaba el reconocimiento y el apoyo del Colegio Romano de los jesuitas, la gran institución abierta en el campo de las ciencias. El Colegio Romano enseguida tuvo su propio catalejo y el jesuita Christophorus Clavius pudo observar por sí mismo las lunas de Júpiter. Escribió a Galileo y le felicitó. Galileo respondió en términos muy cordiales dándole las noticias de sus últimos descubrimientos sobre las lunas de Júpiter. Galileo cuenta cómo los jesuitas habían introducido las lunas de Júpiter en sus sermones. Se abría una nueva era en las relaciones de la ciencia y la religión.

En un documentado artículo del profesor Ignacio Núñez de Castro, “De la amistad y desencuentro de Galileo con los Jesuitas” (publicado en “Archivo Teológico Granadino”, Facultad de Teología de Granada, vol. 68, 2005, pp. 79-109) ha expuesto la síntesis de sus investigaciones sobre las volubles relaciones de Galileo Galilei (1564-1642) y los jesuitas de su tiempo.

Aunque cronológicamente el Colegio Romano no fue el primer Colegio fundado por Ignacio de Loyola de los 46 colegios que fundó en los últimos años de su vida. Le antecedieron los colegios de Padua, Bolonia, Mesina, Palermo y Tívoli en Italia, Valencia, Gandía, Valladolid, Alcalá, Barcelona, Salamanca y Burgos en España, Coimbra en Portugal, París en Francia, Lovaina en Bélgica y Colonia en Alemania. El Colegio Romano, fundado en 1551, fue el punto de referencia de la red de Colegios fundados por la Compañía de Jesús en la Europa del siglo XVI.

El Colegio Romano, como todos los que llevan la impronta de Ignacio fue concebido al “modus Parisiensis”, que Ignacio gustaba tanto de alabar. El método consistía en una buena fundamentación en las letras humanas, y Filosofía (Curso de Artes que incluía un amplio curriculum de Filosofía Natural, lo que hoy llamamos Ciencias) y cuando los escolares estén “bien fundados y deseosos de la teología, entonces podrán comenzar el curso de la misma”

Ignacio comprendió que un Colegio de excelentes y bien adiestrados profesores y donde se impartieran todas las disciplinas era necesario en la Roma renacentista, donde los jóvenes asistían a las escuelas de las barriadas donde enseñaban los maestri regionari stipendiati dal Senato que lucharon abiertamente contra la enseñanza de los jesuitas. En Febrero de 1551 se puso el cartel en una casa de modesta apariencia en el que estaba escrito Schola de Grammatica, d’Humanità e dottrina christiana, gratis.
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febrero 02, 2010

LA BUSQUEDA DEL CONOCIMIENTO


Había una vez un hombre que había oído hablar de la Fruta del conocimiento del bien y del mal y la codiciaba. Entonces le preguntó a cierto sabio:
"¿Cómo puedo encontrar esta fruta, para conseguir el conocimiento de forma inmediata?"
"Harías mejor en estudiar conmigo", dijo el sabio llamado El Jardinero Khdir. "Si no lo haces, tendrás que estudiar con determinación y sin descanso en muchas escuelas."
El hombre lo abandonó y buscó a otro Sabio que hacia trucos; y después encontró a un Docto Teólogo; luego a un adivinador Loco; más tarde, a un eminente Científico, y muchos más...sin encontar nada.
Pasó así treinta años buscando, al cabo de los cuales llegó a un jardín secreto. Allí se encontraba el Árbol del mismo Paraíso, de cuyas ramas pendía la resplandeciente Fruta del conocimiento supremo.
De pie junto al Árbol estaba El Jardinero Khdir el Sufi, el primer Sabio.
"¿Por qué cuando nos encontramos por primera vez no me dijiste que tú eras el Guardián de la Fruta del Conocimiento?", le preguntó.
"Porque en aquel momento no me habrías creído. Además, tu Árbol sólo produce fruta una vez que aprendes a dominar tus pasiones y produces tus propios frutos."


de web Secreto Masónico por Kadyr