marzo 25, 2011

RITUAL Y SIMBOLOS, MEDIO NO FIN


RITUAL Y SÍMBOLOS, MEDIO, NO UN FIN
Por el H:. JOSÉ DAVID BELMONTES BELTRÁN
R.’.L.’.S.’. TOLERANCIA No.15. D.’.R.’.E.’.A.’.A.’.
CULIACÁN, SINALOA. MÉXICO

Una persona lee en el periódico una noticia sobre un accidente, donde un automóvil, atropella a una anciana, y hasta ve una foto, donde la ancianita, está sumamente lesionada; esto despierta en él, contrariedad y hasta evoca la sensación del sentimiento de compasión, le da vuelta a la hoja y continua leyendo el resto del periódico. Otra persona, le toca presenciar, el mismo accidente, todo él, se cimbra de pies a cabeza, y corre a auxiliar a la ancianita, la adrenalina y otras hormonas, corren por sus venas, y un fuertes sentimiento de compasión y deseos de ayudarla brotan de su interior, toma a la ancianita en sus brazos, al mismo tiempo que todo su sistema límbico y endocrino vierten en él, su contenido, haciéndole vivir en plenitud y con todo su ser, el intenso drama que está viviendo. El intelectual, ve un símbolo, un ceremonial, y busca comprenderlo dentro de la esfera de la mente, si este fuera religioso, tal vez evocara algún sentimiento de religiosidad, un “recuerdo” de algo parecido al sentimiento que en algún tiempo experimentó.

El místico, ve un símbolo, o participa de un ceremonial, no solo lo comprende mentalmente, sino que lo vive emocionalmente, ya no es el recuerdo de religiosidad, es la vivencia actual, de ese momento y lugar, el místico se adentra en el simbolismo del ritual, al grado que el mismo se funde y se convierte en el ritual mismo, todo él, vibra, ya no por la palabra, no por el personaje que esta representando, sino porque el drama ritualístico es él mismo…esta es la diferencia entre un masón verdadero, y un masón intelectual; la seriedad, profundidad, reverencia y profundo respeto, son requisitos indispensables en todo ceremonial; ya no son las palabras, las personas ni el lugar, lo que merecen nuestro respeto, es la santidad del momento, del lugar, y de cada uno de nuestros actos, ya no está Pedro, Juan o Francisco, Es Salomón, Hiram Abiff, Tubal Caín, Moisés, Enoch, Iblish, etc. los personajes del ritual, no van a presentarse en carne y hueso, estos poderosos personajes deben tomar presencia en los participantes, y no se confundan, no estoy hablando de posesiones, sino que cada uno debe sentir y convertirse en el personaje que le toco representar…pero no en forma intelectual, sino vivirlo con todo su físico, intelectualidad, emotividad y espiritualidad, en pocas palabras, con todo su ser.
¿Que importa, si el candidato a iniciarse, brinca o se agacha, si le mojas las manos, o lo pasas por el fuego o el aire?, no son los actos en si, sino la profundidad de cada segundo que se está viviendo, el ceremonial debe elevar las consciencia de los participantes, y todos ellos ayudar al iniciante en su intento, ya no es el candidato, ya no son los iniciadores, todos junto con el ritual, son uno solo, y todos deben tener plena consciencia y unir esfuerzos por elevar al candidato, si no, a la esfera de la espiritualidad, al menos a la esfera de la emotividad; si el candidato no logra despegarse del plano material e intelectual, si su consciencia no alcanza a elevarse a las esferas de espiritualidad del ritual...Todos hemos fracasado.
Todo ritual, y especialmente los de iniciación, deben despertar todos los sentidos del ser, el sistema límbico es fundamental en este proceso, existe una máxima que dice: “El cielo hace temblar la tierra, pero, la tierra también hace temblar los cielos”, ¿Qué importancia tiene el temor en el proceso de la iniciación?, ninguno, solo entorpece el proceso de asimilación y los intentos por alcanzar los propósitos del ceremonial, el temor en el candidato, es un añadido natural en su persona, pero inducirlo por los iniciadores, es un error enorme, que solo demuestra ignorancia.

Cuando el místico, se encuentra solo, en su oratorio personal, siempre se encontrará con dos poderosos guardianes del umbral, el temor y el ego. Las puertas del templo están ahí, a unos pasos, pero antes ha de vencer a tan poderosos adversarios; RITUAL Y SÍMBOLOS SON UN MEDIO, NO UN FIN, el sendero no es el templo, y algunos se quedan caminando eternamente, siempre se consideran imperfectos, siempre haciendo penitencia e indignos de pisar tierra santa. Otros piensan que el proceso de purificación es el templo, y jamás salen del sendero, ni llegan a templo alguno.
El ego, es un poderoso enemigo, que se disfraza de distintas formas, como: de humildad excesiva, actitudes silenciosas, poderosas oratorias, voces vibrantes, que solo son eso, voces. el ansia de poder se alía con el ego, escondiendo secretos que mucho tienen que ver con la ignorancia y nada con la orden.
El Masón jamás debe perder su capacidad de asombro, más sin embargo, la sociedad que ha formado al hombre, le impide asombrarse, o al menos lo oculta, pensando que mostrar esta actitud, es poner en evidencia su ignorancia y debilidad, y esto le impide aprender o descubrir los secretos del mundo y del hombre.

EL MASÓN DEBE DESCUBRIRSE A SI MISMO, en cada símbolo, en cada ritual, en cada palabra, en toda liturgia. ¿Te has dado cuenta Q.’. H.’. Que cada grado que alcanzas en masonería, tiene una correspondencia real, con cada momento importante y que ha marcado un paso trascendental en tu vida?, De acuerdo al momento que estás viviendo hoy, en tu familia, trabajo, estudio, etc. ¿Qué grado tienes?, al que es Cristiano, le hago la misma pregunta, ¿En qué estación del vía crucis os encuentras hoy?
La Masonería no se sostiene en dogmas de fe, el masón siempre estará observándose a si mismo, y corrigiendo. La vida es el sendero, el hombre, el objetivo es DIOS.
Masonería, Símbolos, Rituales, Liturgias, Lugares Santos, Templos, Castillos, Arcas, Reyes, Príncipes, Guerreros, Sacerdotes, y Santos. Todo eso y más, eres Tú, viajero del tiempo y del espacio, que buscas con ahínco la fuente del saber… DIOS.
Recuerda, lo más triste que nos puede pasar, es llegar a la muerte, y descubrir que vivimos una vida engañados, equivocados y que jamás nos dimos cuenta de ello.
“El hombre es imperfecto, pero Perfectible”

Nota:
El sistema límbico es un sistema formado por varias estructuras cerebrales que gestiona respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Está relacionado con la memoria, atención, instintos sexuales, emociones (por ejemplo placer, miedo, agresión), personalidad y la conducta. Está formado por partes del tálamo, hipotálamo, hipocampo, amígdala cerebral, cuerpo calloso, séptum y mecencéfalo.
El sistema endocrino u hormonal es un conjunto de órganos y tejidos del organismo que liberan un tipo de sustancias llamadas hormonas y está constituido además de estas, por células especializadas y glándulas endocrinas. Actúa como una red de comunicación celular que responde a los estímulos liberando hormonas y es el encargado de diversas funciones metabólicas del organismo.